viernes, 19 de septiembre de 2008

Isolla d' Giglio


Y hoy q una vez más desapareces sin razón
y q una vez más dejas q el silencio diga el adios
te quiero regalar
no el pusiláanime "q te vaya bien"
ni el hipócrita "q seas siempre feliz"
pero quiero q te llevs mi odio eterno,
sin piedad, misericordia, ni compasión:
amargo, puro, punzante y dañino.
Odio.

Llevate tambien este rencor q corroe mis venas,
llevate tambien esta amargura q ciega mis versos,
llevate tambien este dolor q congela mi aliento,
pero por sobretodo,
llevate tambien tu recuerdo
q empezando hoy quiero aprender a olvidar.

Elba


Otra puesta de sol.
Te presiento a mi lado mas hoy eso no me es suficiente,
mi cuerpo llama tu nombre pero nadie responde
A veces jode el silencio...

El viento corre y pienso en las formas q te abrigaría:
con mis manos, con mi pecho, con mi boca.
Mira ese sol amor!
redondo y amarillo como una bola de tenis
¿ves esas colinas a la distancia? esa es tu tierra
¿cuando me llevas?
...

El sol se esconde ya y me figura verte escondida a ti tambien,
cuales nubes entre las sabanas,
cuando con los ojos aun cerrados me brindabas una sonrisa
Silencio...

El sol se va y es ahora cuando nacen los colores:
el azul cielo se vuelve rojo,
las montañas dejan su triste gris por un cobre fiesta,
el mar coje ese hermoso verde turquesa ¿lo ves?
volteo a verte pero el asiento a mi lado aun sigue vacio
...
Hoy el silencio jode.

Tingo María


Y pense q llevaba 5 dias contigo viajando.
Es q ella vestía tu sonrisa, tu mirada,
tu cara de niña traviesa,
tus manos maltratadas.

Disculpa si pense q volviste
pero juraba q eran tus marrones cabellos los q el viento levantaba,
juraba q era tu conrisa inquieta q me brindabas,
pero si era tu cuerpo, sí, era tu cuerpo
suave cual sus alas batir un querubín
piro, como maná caído del cielo
dulce, invitándome el nectar q no pense volver a probar
era tu cuerpo: pequeño, suave, tremulo,
y te llame por tu nombre,
a voz en cuello grite...
mas nadie voletó.
No ella.
No vos.